San Clemente de Tahull Valle de Bohí (Lérida) |
En los albores del año 1000 hubo
una gran expansión económica y cultural junto con un importante crecimiento
demográfico. Se roturaron nuevas tierras, se abrieron antiguas rutas de
comercio que posibilitaron caminos de peregrinación. Toda Europa se vio
envuelta en una fiebre constructiva que consiguió formular un lenguaje
específico y coherente en lo artístico: El románico.
Predominó en Europa durante
los siglos XI, XII y parte del XIII. Y lo que se crea es verdaderamente
original, cristiano y europeo.
Las primeras construcciones
se hicieron en Lombardía, Borgoña y Normandía, difundiéndose por toda Europa
gracias a la expansión de las órdenes religiosas como Cluny y Císter, las
peregrinaciones, el aumento de la influencia de la iglesia. Y podemos decir con
orgullo que el románico español es uno de los más ricos y variados de Europa,
con sus influjos islámicos, catalanes, franceses, lombardos y visigodos que se amalgamaron
para crear muchos e importantes monumentos.
Iglesia de San Martín de Frómista (Palencia) |
Arquitectura: Fue la
expresión artística más típica del románico. Elaboró soluciones estructurales y
decorativas comunes, y sobre tal base, se hicieron escuelas locales. Dentro de
su inmensa variedad de expresiones entre sus características podemos encontrar:
El arco de medio punto, las bóvedas, primero de madera y luego de piedra, los
contrafuertes en los muros para sujetar las bóvedas, los pilares más anchos, la
planta en forma de cruz latina, varias naves, los ábsides semicirculares para
rematar las naves, el crucero que separa las naves del coro, la girola por
detrás del altar mayor, la cripta donde se guardaban las reliquias de los
santos, el campanario...
Relieve representando la duda de Santo Tomás. Monasterio de Silos (Burgos) |
Escultura. Las imágenes
esculpidas narran la Biblia en los pórticos de entrada, en las ménsulas,
cornisas, en los ambones -así
se llaman los púlpitos-,
en los capiteles de los claustros… El románico elabora un tipo de capitel que
es peculiar de este estilo: el capitel cúbico, que se obtiene redondeando en la
zona inferior los ángulos de un paralelepípedo de piedra. Las figuras románicas
estaban policromadas aunque con el paso del tiempo hayan desaparecido los
colores. Se aprecia en ellas un rígido frontalismo que confiere al rostro una
expresión hierática y distante. Es muy raro que conozcamos el nombre de los
escultores románicos.
Anunciación a los pastores Panteón de reyes de San Isidoro de León |
Pintura. Fue un
arte muy floreciente pues no solo halló expresiones en la decoración de las
paredes y las bóvedas representando escenas de la vida de Cristo y de los
Santos, también sobre tablas y en miniaturas aunque mucho se haya perdido. La
decoración mural se realizaba con pinturas al fresco o con mosaicos, estos
últimos son casi exclusivos de Italia, por su mayor contacto con la cultura
bizantina. Los temas a pintar eran episodios del viejo y nuevo testamento, animales
fantásticos, escenas de guerra, de la vida cotidiana que nos permiten conocer
mentalidad y costumbres de la época, todo aquello que entonces se llamaba «moralia»
(relatos con contenido moral). Tema casi obligado en los ábsides era el Cristo
en majestad, el Pantocrátor, que muestra a Cristo triunfante, sentado, dentro
de la mandorla, con los Evangelios en la mano izquierda y la derecha en actitud
de bendecir, y a su alrededor la simétrica muchedumbre de santos, hombres y
poderes infernales.
Es amplísima la decoración
de los libros: la ilustración de un episodio, la decoración de las letras
iniciales de los capítulos y de los parágrafos, así era llamado el párrafo. Da
pudor tener uno de estos libros entre las manos.
Panteón de los Reyes Basílica de San Isidoro de León |
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