Ya no sé si al final
de tanta risa, de tanto llanto y tantos sueños
han aparecido
las semillas de una nueva galaxia en el universo.
Ya no sé si las
orillas de tus días han venido a buscarme.
Sí, fue bonito nadar
entre las olas de lo incierto.
Sí, sí, lo sé.
La vida es así de
imprecisa y etérea.
Ahora las horas nos
tienen la misma intensidad, color y sonoridad.
Pasan despacio frente
a mis ojos aletargados.
Pero si algo tengo
claro...
es que una nueva estrella está naciendo
en los confines de La Vía Láctea
© Sol Cerrato Rubio
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