A mi amiga Cheryl le encanta
la Coca-Cola, ese jarabe que inventó el farmacéutico John Pemberton para
aportar energía y combatir los problemas de digestión, hasta que el empresario
Asa Griggs Candler lo convirtió en el refresco más popular de los siglos XX y
XXI. También le chifla: el logotipo, el diseño de la botella y los anuncios
publicitarios. Cree a pie juntillas el slogan: «Cada botella tiene su historia».
Y el pollo. ¿Qué podemos
decir de ese alimento básico? Si su relación con el ser humano se remonta al
Neolítico y los entendidos consideran que proviene de la India, hace más de
cuatro mil años. Si es que se comen las patas, la cresta, las alas, los muslos,
la pechuga, el hígado, el corazón, la molleja, el buche, y hasta la carcasa y el
pescuezo nos sirven para hacer caldo.
He aquí la receta que me
trajo:
Ingredientes:
4 filetes de pollo, o muslos,
o alitas
1 lata de Coca-Cola original
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 lata de champiñones
50 gramos de salsa Ketchup
Aceitunas verdes y negras
Sal, aceite de oliva
Preparación: Doramos el pollo
por ambas caras en la sartén con un poco de aceite. Lo reservamos. Freímos la
cebolla y los ajos muy bien picaditos. Ponemos todos los ingredientes en una
cazuela. Y a cocinar a fuego lento durante 20 minutos hasta que se reduzca la
salsa a la mitad.
Me
encanta acompañarlo con arroz blanco
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