Hace muchos, muchos años tres
hermanos casados con tres bellas mujeres vivían al norte de Albania. Los tres
hermanos trabajaban con gran tenacidad para construir un castillo y así
proteger su ciudad. Pero cada vez que ellos terminaban de levantar una pared, en
la noche se caía.
No sabían por qué.
Un anciano, un hombre sabio,
les dijo que la única manera de mantener en pie el castillo era mediante un
sacrificio, que consistía en que una de las esposas debía morir. Sería, la
primera en llegar con el almuerzo para su marido al día siguiente.
Los hermanos se
comprometieron, por el bien del castillo y de la ciudad. No dirían nada a sus
esposas. Pero dos de ellos no pudieron resistirse y hablaron en secreto con sus
mujeres para que ese día no le llevaran la comida, mientras que el más joven de
los hermanos no dijo nada a su esposa.
Al día siguiente, los tres
hermanos esperaban con ansiedad lo que sucedería. Las esposas de los hermanos
mayores no fueron, pero Rozafa, la bella esposa del más joven, que estaba
embarazada, fue la única que aquel día se presentó. Dolido por la traición de
sus hermanos le explicó con gran tristeza lo que pasaba.
Ella no protestó y aceptó el
sacrificio con una condición: la enterrarían viva entre dos paredes, dejarían
un agujero para que ella pudiera tener a su hijo, otro agujero para que con su
mano derecha pudiera acariciarle y un tercer agujero para que ella pudiera
amamantarle.
El castillo nunca más volvió
a colapsar.
La leyenda de Rozafa es
acerca de la fuerza de las mujeres quienes son capaces de sacrificar sus vidas
por algo importante, por un futuro mejor para sus hijos.
Hoy, el castillo de Rozafa es uno de los más interesantes lugares para visitar en Albania, en la ciudad de Shkodër.
¿Te gustan las leyendas?
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