Me tropecé con tu tormenta
cuando soñaba con margaritas en el pelo
y horizontes lejanos en sabanas salvajes.
Me tropecé con tu ternura
cuando ideabas versos con aroma
a canela, a limón y a rosa.
Me tropecé con tu mirada
y se quedó envuelta en mi garganta.
Me tropecé con tus palabras
y se quedaron grabadas en mis versos.
Me tropecé con tus otoños
cuando ya alzaban el vuelo los vencejos.
Sol Cerrato Rubio
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