La Venus de Milo Museo de Louvre, París, Francia |
Fue
descubierta en la isla de Melos en 1820. Hecha en mármol blanco y con varios
bloques, aunque sus uniones no son visibles. En un principio se creyó que era
una escultura del tiempo de Praxíteles y creada bajo su influencia. Lo cierto es que la Venus de Milo es muy
posterior a este autor. Se cree que fue creada en fecha tan tardía como el año
100 a.C., si bien esto no se sabe con certeza. Pudiera ser obra de Alejandro de
Antioquia. Mide alrededor de los doscientos once centímetros de alto.
Tiene
una pose muy similar a la de Hermes. Probablemente el brazo derecho cruzaba el
cuerpo de manera que los dedos tocaban ligeramente el ropaje, en la parte
superior del muslo izquierdo. El brazo se mueve en dirección opuesta al giro
que toma el cuerpo. Su brazo izquierdo se apoyaba en una columna, no por
necesidad de apoyo, ya que la escultura se sostiene por sí misma gracias a los
ropajes, sino para identificar a esta Venus, o Afrodita, según la llamaban los
griegos, con un lugar concreto. Transmite calma, realismo, tristeza, pasividad,
en su mirada perdida. Al ser tridimensional puede ser vista desde diferentes
perspectivas. Gracias a la curva praxiteliana se tiene la sensación de
realismo, de movimiento. El drapeado que cubre la parte inferior está hecho con
todo detalle.
Venus
era la diosa del amor, la diosa del deseo, la diosa de la reproducción, pero
sobre todo, la diosa de la belleza. Se decía que podía hacer que cualquier
hombre se enamorase de ella con solo mirarle. Según la leyenda Crono con una
hoz de pedernal corta los genitales al dios Urano, su padre, y los echa al mar,
desde el cabo Drépano. Es allí donde surge Afrodita entre la espuma que se
forma alrededor de los genitales llenos de semen de Urano. El agua como símbolo
de vida y muerte se relaciona con la fluidez de la libido.
Nace
adulta, núbil y deseable. Tuvo numerosos amantes y su vida requiere una
historia aparte.
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