David Livingstone por Frederick Havill |
Fue
médico, misionero, gran viajero y explorador. Se distinguió por su lucha contra
la esclavitud.
Nunca
temió a lo desconocido y se interesaba por aprender y conocer otras realidades.
Su curiosidad no era solo teórica, pues en su tiempo libre daba largos paseos
para verificar lo que había estudiado en los libros.
Su
familia, muy religiosa, le inculcó estos valores. Desde niño oyó hablar de un
joven misionero que se encontraba en China y así comenzó su deseo de ser
misionero y viajar por tierras de Oriente Medio.
Terminó
sus estudios en la Facultad de Medicina y Cirugía en Glasgow. Algunos
feligreses le hablaron de la Sociedad Misionera de Londres. Conoció al
misionero Robert Moffat, que más tarde sería su suegro, éste había regresado de
África y le hablaba así:
Hay
una vasta planicie, donde he visto en la montaña de sol el humo de millares de
aldeas donde ningún misionero ha llegado todavía.
El
17 de noviembre de 1840 se despidió de su familia y partió hacia África del
Sur, llegando allí en 1841.
Monumento a Livingstone en las cataratas Victoria. Zimbabue |
Recorrió
África y descubrió lugares increíbles, como las cataratas Victoria, a los que
los nativos llamaban “humo que truena”, el lago Ngami, el río Zambeze.
Cataratas Victoria |
Le
designaron para buscar el nacimiento del Nilo, éste había sido descubierto por
Speke en 1862. En estas exploraciones descubrió los lagos de Bangweulu, Moero y
el río Lualaba, dirigiéndose hacia las riberas del lago Tanganica.
Durante
varios años se perdió su pista y el periódico New York Herald organizó una
expedición en su busca en la que puso al frente a Henry Stanley. Lo encontró en
1871 y se dice que su saludo fue: Doctor
Livingstone, supongo. Juntos decidieron explorar el norte del lago
Tanganica. En 1872 se separaron en Tabora y cada cual tomó un rumbo diferente.
Murió
en un pequeño poblado del lago Bangweulu en Zambia. Su cadáver fue conservado
en sal y está enterrado en la Abadía de Westminster. Más su corazón se
encuentra enterrado, bajo un árbol, en esa tierra a la que tanto amó.
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